miércoles, 6 de febrero de 2013

¿Qué sabes de política y justicia?


1. ¿En qué se diferencia una norma social de una norma  jurídica y de una  moral?

Partiendo de la base que las normas afectan a las personas, existen tres diferencias fundamentales entre una norma social, jurídica o moral: en cuanto al ámbito donde actúan, si están escritas o no y qué ocurre cuando se incumplen.

Diferencia en cuanto al ámbito de actuación: una norma social afecta a la persona conforme a la sociedad en la que vive, frente a una norma política  que afecta a la persona en la medida que ésta pertenece a una comunidad política. En la medida que las personas viven en una sociedad están afectados por normas jurídicas o políticas, pero el ámbito de las normas sociales es mayor porque afecta a las costumbres, tradiciones y usos de las personas. En el caso de las normas morales, el ámbito se concentra en la persona y en su comportamiento  en relación con otras personas con las que convive.

Diferencia en cuanto a si las normas están escritas o no: solo las normas políticas están escritas.  Estas normas  son publicadas por una autoridad política para que se conozcan y sirvan para regular la convivencia de las personas dentro de la sociedad. Tanto las normas morales como las sociales no están escritas y se conocen en función del ámbito. Es decir las normas sociales se conocen en relación a  costumbres,  tradiciones o usos. Sin embargo las normas morales se reconocen en relación a la conciencia de la persona y al comportamiento bueno o malo en relación con otras personas.

Por ejemplo hay normas sociales en países asiáticos que rigen que se tiene que comer con la izquierda, que no se utiliza cubierto, o que eructar después de comer indica que la comida es de nuestro agrado. Sin embargo en Occidente existen otras normas sociales que regulan el comportamiento en la comida y que en los dos casos no están escritas pero son aceptadas o rechazadas según donde nos encontremos.

Diferencia en cuanto a las consecuencias si se incumplen: las normas políticas son las únicas que tiene carácter jurídico, es decir, su incumplimiento puede denunciarse a la autoridad y ésta puede hacer uso de la fuerza para sancionar al infractor, con el objetivo de reponer los daños que se hayan causado. Tanto en las normas sociales como en las normas morales su incumplimiento genera una acción de reproche o rechazo dentro del ámbito de cada norma. Es decir, una norma social que se incumple genera un rechazo social, por ejemplo si no realizamos  un saludo de cortesía la otra persona puede dejar de hablarnos. O en el caso de una norma moral el rechazo se produce hacia uno mismo como auto-reprocharse  o remordimiento. En el ejemplo anterior la persona que no ha saludado puede sentir remordimiento de haber denegado el saludo  a otra persona.  


2. ¿Se te ocurre un ejemplo de una norma jurídica que pudiera ser inmoral? 

Voy a poner ejemplos de normas que se presentan como legales, legitimadas por una minoría o por los gobiernos interesados, pero que son ilegítimas desde un punto de vista moral y ético porque atentan contra los principales derechos humanos.

Normativa que regula el comercio de las armas:
Hemos visto varias noticias donde por ejemplo en Estados Unidos se han producido matanzas en centros escolares realizadas por  perturbados que poseían armas de forma legal. La sociedad exige la prohibición y regulación del comercio de armas. Pero sin embargo, el gobierno no llega a un acuerdo para conseguir una  regulación de este mercado. Además existe una asociación nacional del rifle que defiende el comercio de armas, que tiene 4,5 millones de socios y anuncia que la única forma de detener a un asesino es con un arma.

Este es un caso que muestra cómo un gobierno legaliza normas para el comercio y tenencia de armas que sólo son reconocidas por una minoría, que se legitiman en beneficio de los intereses económicos de una industria que genera muchos beneficios, pero que sin embargo atentan contra el derecho fundamental a la vida, porque indirectamente se está legalizando o justificando que una persona pueda matar  a otra. 

Y aunque estas leyes son rechazadas por una mayoría de la población que pide una mayor regulación para evitar que puedan repetirse hechos como los ocurridos en Newtown, el gobierno  legitima el comercio de las armas a través de procedimientos legales.

Ley de la pena de muerte:
Estados como el de California, Florida, Texas o Pensilvania tienen leyes que regulan la pena de muerte. Y aunque estas leyes son rechazadas por la mayoría de la población y atentan contra el derecho a la vida, el gobierno encuentra la forma legal de legitimar estas normas desde el  punto de vista jurídico.


3. ¿Se te ocurre un ejemplo de una acción moralmente buena pero ilegal? 

Para encontrar ejemplos de acciones legítimas desde un punto de vista moral y ético, pero contrarias a las normas legales, podemos recurrir a acciones de grupos sociales antes las leyes de los gobiernos. Uno de estos casos lo tenemos en lo ocurrido en 15-M en la Puerta del Sol. El origen de este movimiento fue la movilización de la sociedad sin permiso de la autoridad pública, por lo que la manifestación era ilegal. Sin embargo la manifestación era apoyada mayoritariamente por la sociedad, porque en principio defendía derechos del ciudadano que desde un punto de vista ético eran buenos, como el derecho a la libertad de expresión.

Otro ejemplo relevante que está en la lista de tareas pendiente de muchos países, es la regulación de la eutanasia, es decir regular las leyes para que las enfermos desahuciados puedan tener el derecho a elegir una muerte digna.

A día de hoy, las leyes prohíben que una persona en estado terminal, que se mantiene con vida por medio de máquinas, pueda interrumpir su sufrimiento para morir de una forma digna, sancionando a las  personas (médicos o familiares) que le hubieran ayudado. Este es un caso donde las leyes son legales y legítimas reconocidas por todos porque defienden el derecho a la vida, pero moralmente son ilegítimas para las personas que prefieren morir antes que vivir en condiciones de sufrimiento y sin calidad de vida.  Por ello aunque las acciones de las personas que ayudan a estos enfermos sean moralmente buenas son ilegales frente a la ley y pueden ser sancionadas.


4. ¿En qué se diferencian  la legalidad y la legitimidad?

La legalidad de una norma se basa en que cumpla requisitos formales o procedimientos para poder aplicar la norma.  Es decir, en el caso de una  norma jurídica, es legal en la medida que cumple estrictamente las leyes que la autoridad política ha definido, con el objetivo de dirigir la conducta de las personas de forma eficaz dentro de la sociedad. O en el caso de una comunidad de vecinos una norma es legal en la medida que cumple con los requisitos de los estatutos de la comunidad.

Sin embargo la legitimidad de una norma se basa primero en que tiene que ser legal y segundo que tiene que ser justa.

De manera que puede ocurrir que normas que cumplen el principio de legalidad, es decir que cumplen lo establecido por las leyes conforme al rango establecido por el sistema jurídico (la ley de mayor rango es la constitución), puedan considerarse ilegítimas para un grupo de la sociedad por considerarse injustas. O al contrario que se consideren legítimas porque un grupo minoritario las considera justa, en contra de una mayoría.

Por tanto la legitimidad tiene que ver con la legalidad y con la ética.


5. ¿Cuáles son las condiciones para que la autoridad se considere legítima? 

La autoridad en cualquier de los ámbitos (dentro del Estado, empresas, comunidades, etc.), se define como la capacidad o poder para influir sobre otras personas o cosas.

Por definición la autoridad no se puede ejercer si no es concedido el derecho a ejercerla. Sin embargo la autoridad aunque haya sido concedida legalmente, puede ser reconocida o no y en ese sentido podemos hablar de autoridad legítima si es reconocida o ilegítima si no es reconocida.

Por ejemplo una persona puede ser presidente de un país de forma legal, es decir, los ciudadanos han concedido la autoridad a esa persona por medio de las urnas y es legítima porque es reconocida por una mayoría de ciudadanos. Sin embargo al ejercer durante su mandato un abuso de poder, los ciudadanos pueden considerar ilegítima esa autoridad y proponer su sustitución por medio de las urnas o por otros medios.

Por ello las condiciones para que una autoridad sea legítima son: un saber y el reconocimiento del resto de las personas. El saber podemos definirlo como la capacidad para poder desempeñar la autoridad, la capacidad de poder influir en otras personas o cosas, la capacidad de llevar el mando y dirección. Sin embargo una mayor o menor legitimación se produce por un mayor o menor reconocimiento público.

Por regla general las autoridad se consigue de forma legal y por el reconocimiento de una mayoría, pero a lo largo de la historia conocemos casos de gobernantes que han conseguido la autoridad ilegalmente pero que cierto reconocimiento público han legitimado su autoridad y de ese modo ha permanecido en el poder. Podemos citar el caso de Venezuela o Cuba.